La deriva de España hacia una "democracia iliberal"
La deriva de España hacia una "democracia iliberal"
Observar con imparcialidad y diligencia el caos de un mundo agitado, estar al acecho de lo que va a emerger de él e interpretarlo sine ira et studio (Deutscher) En la ciencia no hay caminos reales, y solo tendrán esperanzas de acceder a sus cumbres luminosas aquellos que no teman fatigarse al escalar por senderos escarpados. (Marx)
Gracias por compartir este material.
ResponderEliminarAdmirando el artículo, tengo que decir que lo considero incompleto al no tener en cuenta, *por un lado, la emergencia y globalización del acceso a la información "alternativa" que nos brindan plataformas, blogs, revistas, etc, digitales gracias a las nuevas redes de comunicación y sistemas compartidos de almacenamiento digital.
ResponderEliminarCreo que empieza a manifestarse una especie de inteligencia colectiva que a duras penas puede controlar el establiment clásico de la comunicación y que influye cada vez más en la actitud sociopolítica del ciudadano, del pueblo.
Esto solo está en pañales. Las generaciones que han crecido en la era digital, están en la fase de adicción y saturación improductivas (en su mayoría), pero llegará el momento crítico en el cual, la mayoría busquen en estas herramientas (hasta ahora, del entretenimiento), una función constructiva para organizarse y pasar a ser activos e influir en el rumbo de gobiernos por encima de lobbys y organizaciones supranacionales.
*Y por otro lado, algo tan básico como el necesario equilibrio entre el -valor trabajo->demanda de bienes de consumo y servicios<=>oferta de bienes de consumo y servicios->valor de bienes de consumo y servicios.
Este sistema económico descompensa cada vez más estas fuerzas de mercado, cubriendo el déficit de valor trabajo, tomando ese valor del futuro, mediante la herramienta virtual de la deuda, lo que genera una dinámica de crecimiento de ésta, exponencial, y sin remedio de solución alguna.
Y el principal motivo por el que el capitalismo no va a poner solución alguna a esta deriva es gracias a la aplicación de nuevas tecnologías para la generación de esos bienes de consumo y servicios, aumentando así la productividad; lo que en sí no sería un perjuicio y problema si dicho aumento de productividad, que, necesariamente implica una disminución de cantidad de tiempo de trabajo, fuese compensado con el consiguiente aumento del valor unidad de tiempo de trabajo, para así, mantener el equilibrio necesario entre oferta y demanda de bienes de consumo y servicios.
Esta propiedad se manifiesta cada vez con mayor rotundidad conforme seamos en mayor medida un sistema cerrado, o sea, global, en cuanto a mercados de bienes de consumo, tecnología, mano de obra, sistema financiero y recursos naturales.
Así que, dando suficiente importancia a estas dos variables de influencia en este sistema socioeconómico, creo que el capitalismo está sentenciado a muerte con una larga agonía.